Gran Misión Diocesana

¿Una Misión ahora?

El 8 de mayo, el Sr. Arzobispo abrió el Año Jubilar Mariano para la Diócesis, con ocasión del Centenario de la Coronación canónica de la Mare de Déu dels Desamparats, y anunció la celebración de una gran misión: «este año jubilar del centenario ha de ser, como hemos dicho en el Sínodo diocesano, un año para la gran misión, una misión popular diocesana».

La primera propuesta del Sínodo Diocesano nos urge a «llevar a cabo, cuanto antes, una gran acción evangelizadora-misionera que despierte y espabile a todos».

Estamos en un momento de «cansancio y desánimo, que pudiera llevar a pensar que esta acción no es la más oportuna y aconsejable» pero podemos decir que la Providencia nos ha puesto delante la «hora de Dios» para llevar a cabo esta acción de la mano de la Virgen María, Mare de Déu dels Desamparats.

Dice el Papa Francisco que «María es creyente, discípula y misionera del Evangelio», así nosotros en Valencia queremos dejarnos evangelizar por María, para ser como ella creyentes, discípulos y misioneros.

Nos ponemos manos a la obra en esta gran acción diocesana en la que todos somos necesarios y corresponsables. Están surgiendo iniciativas de renovación pastoral; con esta misión sumamos y ponemos nuestra creatividad al servicio del Espíritu Santo.

Él lo hace todo, y nosotros colaboramos con él para que cada uno pueda tener un encuentro con el Dios de la misericordia, con su amor, con su gracia. Pero la misión no solo será una respuesta personal a la gracia, también una experiencia «de comunión eclesial que es fundamento y meta de toda acción evangelizadora». Nuestra diócesis ha sido bendecida con una presencia singular de la Virgen María, a quien llamamos Mare de Déu, (Theotokos), pero que además encierra un gran contenido teológico y caritativo como mare dels Desamparats. La gran devoción a la Mare de Déu sin duda ha favorecido y mantenido la fe en terres valencianes, por eso la misión diocesana podría llevar como título LA FE PER VÓS NO MOR. La Mare de Déu mantiene la fe y la caridad de su pueblo.

¡PARTICIPA!

¿Cuál es la tarea del misionero?

El método para la misión va a ser la invitación personal, de tú a tú, para encontrarse con el Señor a través de la Virgen. La tarea de los misioneros es sencilla consistirá en invitar a unas 6/7 personas para crear un pequeño grupo y poder realizar con el grupo unos pequeños encuentros en los que se anunciará el kerigma.
A los misioneros se les ofrecerá la preparación adecuada para que puedan hacer la invitación, acompañar al grupo y hacer el anuncio, para ser enviados a “patear” las calles, con el “reclamo” de la Mare de Déu que acompañará toda la acción. Una tarjeta con una invitación personalizada y estampa de la Mare de Déu puede ser el motivo para entrar en contacto con las personas e invitarlas a participar en un grupo que se reunirá tres veces para recibir el anuncio del Kerigma.

Todos LLAMADOS a ser MISIONEROS  

Los meses de octubre y noviembre son para la GRAN MISIÓN DIOCESANA el tiempo de la llamada para participar como misioneros. Ha recibido este nombre de «GRAN MISIÓN» precisamente porque en esta ocasión, todos somos invitados a ser misioneros, nos será un pequeño grupo de misioneros sino que la invitación es para que todos nos sintamos llamados a salir y participar en esta tarea de evangelización. Nos lo pide el Señor, recordemos las palabras del Señor Resucitado que recoge el final del Evangelio según san Marcos:

Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado. Y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos». Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a predicar por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban. (Mc 16,14-20)

Urge de una manera especial que tomemos conciencia de esta tarea de comunicar y de anunciar el Evangelio a nuestros hermanos.

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