Santísima Trinidad
Aunque con la fiesta de Pentecostés cerramos el tiempo pascual, parece que la liturgia quisiera prolongar este tiempo festivo pues en estas semanas tras Pentecostés continuamos con grandes Solemnidades y Fiestas. En realidad, es una invitación profundizar en los grandes misterios de la fe desde una perspectiva poliédrica, es decir, la liturgia nos invita redescubrir los misterios de la fe desde diversas perspectivas. Así por ejemplo, esta semana hemos celebrado la fiesta de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote y la semana que viene la fiesta del Corpus Christi: en ambos casos recordamos las celebraciones del Jueves Santo poniendo la mirada en el regalo del sacerdocio esta semana y la que viene en el regalo de la Eucaristía.
Este Domingo celebramos la fiesta de la Santísima Trinidad, es decir la fiesta del misterio de Dios, hemos celebrado al Hijo en diversas ocasiones y manifestaciones, hemos celebrado el misterio del Espíritu Santo, este domingo se nos invita a descubrir este gran misterio de Dios-Amor, un Dios relacional, un Dios único pero tres personas.
Vivamos la alegría de este Dios que por diversos medios se nos manifiesta y se hace presente en nuestras vidas, salgamos a las calles a anunciar la alegría de un Dios que nos quiere sin medida.
Vuestro párroco Luis.
