Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo – Corpus Christi. Mensaje semanal de vuestro párroco Luis Torro
Con la celebración del Corpus Christi, y la entrada en el mes de Junio, vamos cerrando un curso pastoral y preparándonos para abrir uno nuevo. Este fin de curso viene especialmente marcado por un acontecimiento de gracia, como es la ordenación sacerdotal de Nacho, que ejerce su ministerio de diacono entre nosotros, de Ignacio que ejerció la pastoral hace algunos años también aquí y sus compañeros. No dejemos de pedir por ellos y de pedir al Señor que suscite vocaciones entre nuestra comunidad parroquial a la vida consagrada, misionera o sacerdotal.
Las celebraciones de fin de curso de los distintos grupos parroquiales, que ya estamos organizando, a lo largo de estas semana, deben ser una ocasión propicia, en primer lugar, para bendecir y dar gracia al Señor por todo lo bienes que a lo largo de este curso pastoral hemos recibido. En segundo lugar para valorar la marcha del curso que se ha acabado, con sus luces y sombras, y empezar a planificar el próximo curso, que elementos son necesarios mejorar, profundizar etc…. En tercer lugar, debemos de valorar en que medida nuestras acciones ayudan a ir implementando en nuestra comunidad nuestra «visión parroquial», seria bueno que lo recordáramos: «Somos una comunidad de puertas abiertas que cuida las familias cristianas y que acoge, acompaña, e invita a todos a encontrarse con Cristo.» Y no solo recordarla, sino preguntarnos de ¿ qué manera nuestra actividad nos ayuda a acercarnos cada vez más a este sueño de lo que queremos que sea nuestra comunidad parroquial?
En este tiempo, en el que algunas actividades cesan, es una buena oportunidad para detenernos y seguir orando e invocando el Espíritu Santo para caminar, no siguiendo nuestros propios proyectos, si no, dejando que sea Él, el Espíritu Santo, quien vaya guiando, abriendo caminos inesperados, pero siempre llenos de Esperanza y de la alegría de los testigos de la Pascua. Es un buen tiempo también para repensar nuestra disponibilidad y asumir, quizás, nuevos retos y propuestas en la respuesta a la llamada que recibimos de Dios a través de la Iglesia. Y, no perdamos la ocasión de invitar a quien pueda interesar, en las propuestas que nuestra parroquia lleva adelante….
Vuestro párroco Luis.